22 de mayo de 2025                                                                                                                                                                                                                                      Judit Vidal 

Lucio Corsi y su renacimiento del glam rock con "Volevo Essere Un Duro"

Pocas veces sale algo interesante del Festival de la Canción por excelencia, Eurovisión. En general, se acostumbran a presentar canciones vacías en calidad y producidas por un demasiado alto número de productores, que desembocan en actuaciones cubiertas de efectos artificiales en detrimento del cuidado vocal e instrumental de los intérpretes. Pero esto es algo que, con el paso del tiempo, se ha ido estipulando así de forma inconsciente.

Por ello, es muy sorprendente cuando, de repente, se hace la luz en medio de la oscuridad o, por decirlo de otra manera, emerge algo brillante dentro de la mediocridad del concurso. En los últimos años, ha sido Italia la que nos ha sorprendido para bien. En 2021, el jovencísimo grupo de rock Mäneskin nos deleitaban con su “Zitti e Buoni”, una actuación a la altura de grandes artistas del género como podrían ser MUSE o Red Hot Chilli Peppers.

Este año ha vuelto a suceder. Tras varias actuaciones convencionales, aparecía Italia con el tema “Volevo Essere Un Duro” de un, para entonces, desconocido Lucio Corsi con la cara pintada de blanco sentado en un piano de cola extra largo, dos amplificadores gigantes en el fondo a lo Neil Young en “Rust Never Sleeps” (1979) y su mejor amigo, Tommaso Ottomano, a la guitarra eléctrica en el otro extremo del escenario. El artista empezaba la canción al piano de forma pausada mientras nos enseñaba su “Andy” (de “Toy Story”) escrito en la bota izquierda. Y así empezaba una de las actuaciones más memorables de la edición.

Era un cóctel perfecto para enamorar a los que somos seguidores del glam rock y de artistas como David Bowie, Marc Bolan, Brian Eno o Peter Gabriel en Genesis, de quiénes él mismo ha reconocido ser fanático. El tema combinó una letra preciosa sobre el proceso de entender que no es un chico duro y que nunca lo será, a la vez que demostraba tener una capacidad compositiva excepcional (siendo el tema de autoría propia); utilizando dos guitarras eléctricas (la de Corsi era una Wandré Rock Oval decorada con la bandera italiana), una voz más aguda de Otomano que repetía el estribillo y una armónica final que le quedó de broche de oro.

Entre la psicodelia y el glam, la actuación fue un homenaje muy dulce a la época de los 60 y 70, con todos sus rasgos característicos como el estrambótico vestuario, el maquillaje o la estética de los instrumentos. Ello hizo que muchas miradas se fijaran en un artista que, resulta, lleva ya muchos años en carretera.

Lucio Corsi nació en 1993 en Grossetto, Italia y desde bien pequeño ha sentido una gran fijación por la música, habiendo reconocido que todo empezó cuando vio la película de los Blues Brothers, para quiénes también hay una pequeño guiño al final de su actuación. Según ESCplus España, el cantautor empezó su carrera hace más de 10 años, cuando en 2011 inició su trayectoria tocando en distintas plazas y locales de su ciudad, lanzando su primer álbum en 2015: “Altalena Boy/ Vetulonia Dakar”.

Con su primer trabajo obtuvo un buen reconocimiento de la crítica y empezó a configurarse como una figura referente en la música de cantautor, sacando su segundo álbum de estudio en 2017: “Bestiario Musicale”. Para entonces estaba a punto de realizar su primera campaña con Gucci, lo que le permitió contar con mayor visibilidad, y presupuesto seguramente, para sus próximos trabajos.

De hecho, en 2019 fichó para Sony Music y lanzó “Cosa Faremo Da Grandi?” dónde su compañero de viaje vital y musical Tommaso Ottomano dirigió el videoclip del tema “Freccia Bianca”, una pieza audiovisual que plasma el universo de Corsi con todo tipo de referencias musicales y cinematográficas como la sintonía de entrada de "The Rocky Horror Picture Show" (1975) o los saltos a lo The Beatles en "A Hard Day's Night" (1964). A partir de aquí, Otomano seguiría contribuyendo en la ideación y grabación de muchos de los videoclips de Corsi (el de "Volevo Essere Un Duro” también es suyo), además de participar en la composición de algunos de sus temas. En este su segundo trabajo de estudio el estilo musical cambia, pasando a adentrarse en el género dónde se desenvuelve en la actualidad: el rock progresivo y el glam, los cuáles caracterizarían su actuación el pasado 17 de mayo en Basilea, Suiza.

En 2023 abrió para, ni más ni menos, que los Who junto a su orquesta en el festival Firenze Rocks y, poco después, lanzó “La Gente Che Sogna”, ya de pleno en el rock psicodélico conteniendo joyas como “Astronave Giradisco”, “La Bocca della Verità” o “Glam Party”. Este álbum alcanzó la posición 11 en los 30 mejores discos italianos de 2023 según la Rolling Stone. 

Unos meses antes de la vorágine eurovisiva, lanzó su quinto álbum de estudio: “Volevo Essere Un Duro” dónde se encuentra el tema que presentó en Suiza, además de “Francis Delacroix” (homenaje al fotógrafo y mejor amigo que les sigue a todas partes), “Tu sei il mattino” o “Let There Be Rocko” que presenta un breve sample, hacia al final del tema, a “Jailhouse Rock” (1957) de Presley. El disco es un trabajo redondo lleno de talento musical con melodías repletas de efectos guitarreros como el fuzz o la superposición de ese mismo instrumento, a la vez que hace uso de algunos de viento y cuerda, mientras indaga en temas de profundidad como la diversidad, el paso del tiempo o la presión por encajar. 

Así, siendo un artista ya consagrado en su casa, decidió presentarse al Festival de Sanremo, de dónde saldría el representante del país en Eurovisión. Curiosamente, no ganó, quedó en segunda posición. Sin embargo, el ganador, un rapero genovés llamado Olly acabó renunciando a la oferta de ir a Basilea y, por ello, la oportunidad cayó en manos de Corsi y Ottomano que aceptaron. Cabe remarcar que una de sus actuaciones en Sanremo fue la interpretación de “Nel Blu, dipinto di blu” de Domenico Modugno, junto al famoso muñeco Topo Gigio. Algo que encandiló al público. El resto es historia.

La actuación del dúo acabó quedando en quinta posición en Eurovisión, a pesar de que, como todos sabemos, el concurso no posee una votación objetiva, puesto que acostumbran a predominar mucho más los temas políticos o sociales que la música en si. Y aunque se eliminara todo tipo de influencia externa, quizá nuestro querido Lucio tampoco hubiese ganado porque su talento no es para todos, se debe poseer una sensibilidad especial y ser capaz de abrir la mente ante todo tipo de propuestas estéticas y musicales, y eso es algo que no está presente en todo el mundo. 

De alguna manera debemos agradecerle a Olly que renunciara a Eurovisión, ya que así pudimos conocer a Lucio que seguro nos traerá millones de alegrías musicales, aparte de las que ya hemos podido conocer tras su paso por el concurso.

Actuación final de "Volevo Essere un Duro"

Videoclip de "Volevo Essere Un Duro", dirigido por Tommaso Ottomano

Videoclip de "Freccia Bianca" dirigido por Tommaso Ottomano