09 de junio de 2025                                                                                                                                                                                                                                         Judit Vidal 

Crónica del Primavera Sound (2025)

El festival Primavera Sound es uno de los eventos musicales más importantes de la ciudad condal, dónde acuden cientos de artistas y bandas tanto emergentes como ya reconocidas para realizar conciertos de una hora y cuarto aproximadamente. El festival se extiende a lo largo de tres días y este año han llegado a acudir, según El Nacional, 293.000 personas. Teniendo en cuenta el revuelo y promoción del mismo festival entre el turismo, no es de extrañar que este 2025 se haya batido el récord de asistentes.

Desde su creación en 2001, por el Primavera Sound han pasado cabezas de cartel a la altura de PJ Harvey, Neil Young, Queens of the Stone Age, Nine Inch Nails, Sonic Youth, Pixies, The Stooges, New Order o, incluso, Lou Reed. En el caso de este año eran las llamadas “Supernenas” por parte de sus fanáticos, ya que son las tres artistas pop del momento: Charli XCX, Chappell Roan y Sabrina Carpenter.

Pero, a parte de ellas, también habían otros muchos artistas en los distintos escenarios del recinto que valía la pena escuchar y conocer si no los habías visto antes. En mi caso pude ver en directo algunos que eran desconocidos y otros de los que ya era seguidora antes.

Ciutat

Ciutat es una de las bandas más enigmáticas y eclécticas a partes iguales de la escena musical barcelonesa actual. Ellos son la banda de JP Sunshine y Guim, dos músicos con mucha experiencia y habilidad para moverse en distintos géneros según lo que les convenga. El año pasado lanzaron su segundo álbum de estudio Ciutat l’Amistat, un conjunto de trece temas que giran alrededor del concepto de la amistad mientras, a nivel instrumental, experimentan con el pop, lo electrónico y el dance, aunque es difícil clasificarlos y, de alguna manera, si lo haces los limitas. A nivel conceptual, Ciutat se caracterizan por autocancelarse en todo lo que hacen. De hecho, para promocionar su concierto en la Razzmatazz 2 el año pasado, colgaron carteles por toda la ciudad condal dónde recomendaban no ir a su concierto. Algo divertido e irónico que les permite también conectar mucho con su público que continúa con esa misma dinámica que ellos utilizan para presentarse. En su entrevista para Radio Primavera Sound reconocieron que lo hacían porque así se evitaban que nadie les cancelara, ya que ya lo han hecho ellos antes. En cuanto a su directo, es dinámico, completamente libre y muy enfocado a hacer bailar y disfrutar al público. Utilizan instrumentos como teclados eléctricos, un keytar, panderetas o un trombón. Son familiares y directos con el público, buscando interacción con ellos e incluso aportando el factor sorpresa como la discusión ficticia entre el teclista y el bajista en mitad del bolo, o el repentino baile de los cuatro miembros en “Quiero verte bailar”, su último sencillo. Todo un espectáculo. Dicho esto, no vayáis a verlo, no vale la pena.

Idles

Los Idles son ese grupo mítico que hay que ver si o si. Una banda británica de post-punk formada en 2009 y que es lo más anticonvencional que existe. Son erráticos, críticos y unos genios en lo suyo porque no pierden ninguna oportunidad para volverse locos y llevarse al público a su terreno. Con 16 años de experiencia a sus espaldas, aparecieron en uno de los escenarios más grandes del Primavera a todo gas, con un Joe Talbot descontrolado en “Colossus”, el tema con el que abrieron. Seguros de sí mismos y con muchas ganas de pisar un festival en el que llevan desde que empezaron. El público estaba más que caldeado por ellos, realizando pogos casi de forma ininterrumpida y coreando todas sus letras. Y la banda, por su parte, contribuía a ese ambiente porque los hipnotizantes guitarristas Mark Bowen y Lee Kiernan se lanzaron al público en más de una ocasión, de igual forma que el resto de miembros pedían más y más a unos oyentes completamente entregados. Idles no tienen miedo y se saltan todo tipo de convenciones, algo que te hace amarlos aún más. Obviamente, repasaron sus legendarias “Never Fight A Man With a Perm”, “I’m Scum” o “Gift Horse”. Con continuas alusiones a la libertad del pueblo palestino, el grupo fue un terremoto de electricidad que no descansaron ni un momento para ofrecer uno de los mejores shows de la noche.

Glass Beams

Al día siguiente, llegaba el turno de Glass Beams que los logré ver por casualidad mientras esperaba a Fontaines DC. Desde luego, la actuación más original e impactante de todas las que vi. Glass Beams son el proyecto musical del productor y multiinstrumentista Rajan Silva y fue creado en Australia en 2020 durante el COVID-19. Esta es toda la información personal que tenemos sobre la banda. Sus tres miembros combinan música oriental india junto con melodías occidentales contemporáneas sostenidas por la batería, el bajo y la guitarra eléctrica. Una combinación fresca y muy innovadora, y que les permite ser únicos en el género, además de que tienen un talento innegable para defender tal mezcla de estilos musicales. En cuanto a su estética, es otro punto de ellos que cautiva, se suben al escenario con vestidos confeccionados por telas color carne y decoradas con elementos dorados, siguiendo los patrones típicos de vestimenta de la Índia y, lo más impactante, van cubiertos con una máscara completamente rellena de metales preciosos. Algo que no nos permite identificarlos de ninguna manera y que intensifica ese halo de misterio que les caracteriza. Realizaron su show de forma serena y calmada, con un público sorprendido que no supo apreciar el talento de los tres músicos, pero que miraba expectante como cada miembro tocaba su instrumento a la vez que el cantante y guitarrista realizaba los coros. En 2024 sacaron un EP de cinco canciones que vale la pena escuchar y que representaron a la perfección en el escenario Estrella Damm del Primavera, conservando el mismo sonido que en el álbum. A pesar de no poder conocer mucho más de ellos, tenemos acceso a lo esencial que es su música, obviamente, y a sus directos ya que, de vez en cuando, hacen este tipo de apariciones en lugares multitudinarios o suben algún vídeo a su canal de Youtube para que no les perdamos la pista.

Fontaines DC

Llegaba el momento de la banda irlandesa de rock alternativo por excelencia: Fontaines DC. Con una puesta en escena caracterizada por el mítico corazón llorando en forma de globo en medio del escenario, el espacio del Revolut se llenaba hasta arriba para ver a sus fascinantes miembros. Entraron en escena Carlos O’Connell y Conor Curley (guitarras), Conor Deegan III (bajo) y Tom Coll (batería) para empezar con la intro de “Romance” mientras aparecía un Grian Chatten bailando, muy seguro de sí mismo y más que preparado para dejar al Primavera con la boca abierta. Desde luego, lo que más me sorprendió de esta banda, que tenía muchas ganas de ver, fue la seguridad en el escenario y la auténtica aura de estrellas de rock que manejan y que se la pueden permitir. El directo estuvo marcado por la confianza en ellos mismos y en su novedosa propuesta que ya ha encadilado a una gran cantidad de público, hasta el punto de hacer sold out en el legendario Finsbury Park este mismo julio. Es cierto que su género no es la primera vez que lo escuchamos, hoy en día es muy difícil ofrecer algo que no hayamos visto nunca. Sin embargo, los cinco de Dublín sí aportan frescura, talento y muchas ganas de comerse el mundo como ya lo están haciendo. En su repertorio constaron tanto temas de su nuevo álbum y que son increíbles como “Favourite”, “Starburster”, “In The Modern World” o “Here’s The Thing”, así como de anteriores trabajos suyos como “I Love You” de Skinty Fia (2022) o “Big” de Dogrel (2019). Durante la hora y cuarto que duró el concierto, también hubo tiempo para reivindicar, algo que ellos aprovechan para hacer a menudo, dado el altavoz que ahora poseen siendo tan conocidos. Así, se acordaron del pueblo palestino, llegando a proyectar un texto que recriminaba a Israel el no cesar el fuego. En general, hablaron poco, solo agradecieron varias veces al público y se fueron como vinieron: seguros, tranquilos y satifechos con quiénes son y lo que pueden hacer.

Chappell Roan

Para finalizar, vi a una de las estrellas más esperadas del festival y que, dado su historial de cancelaciones, dudamos hasta el último momento si realizaría el concierto. Pero, al final, así fue, se apagaron las luces y se iluminó el enorme castillo que montaron encima del escenario y sobre el que empezaron unos visuales de carácter animado y fantástico, muy típicos en el universo artístico de Chappell Roan y que es algo que genera ese vínculo con la artista y la hace tan especial. Ello porque no es una mera cantante de canciones pop, sino que detrás de lo musical también hay un gran trabajo en ese personaje vestido de drag queen encima del escenario. Para su actuación había una gran cantidad de público que llevaba muchas horas esperándola, y para los que ella supo agradecer la espera con un magnífico show que valoró hasta el más mínimo detalle. Junto a una banda repleta de chicas, Chappell apareció cantando “Super Graphic Ultra Modern Girl” vestida con un look repleto de particularidades: un cetro en su mano, un tocado en forma de mariposa, o un body con tonos turquesas y dorados (que se descubrió a medida que iban pasando los temas) cubierto por telas en forma de corbata del mismo color. Siguiendo un poco el estilo de su actuación en los VMA’s en 2024 en la que iba vestida de Juana de Arco. Ella misma, junto con su equipo creativo y de estilistas, confeccionan y dan vida a estas ideas que forman parte de su mundo. Su directo tuvo momentos para todo: para cantar, bailar, gritar o emocionarse, y ella daba espacio a que todas esas emociones salieran a flor de piel con temas tan icónicos y personales como “After Midnight”, “Casual”, “Picture You” o “HOT TO GO!”. Especial mención a su guitarrista Emily Rosenfield, que realizó más de un solo espectacular. También cantó “Coffee” con una pequeña mascota en su regazo, acto que hace aún más especial su figura y que recuerda a muchos míticos de la música a quiénes también les acompañaba una mascota. Una actuación de verdadera estrella del pop que, aunque aparezca poco en escenarios, cuando lo hace, lo hace a lo grande y sin miedo, sin prejuicios y preparada para ofrecer un concierto que recordaremos durante mucho tiempo.

Esta fue mi jornada de conciertos durante el Primavera Sound, cada cuál especial y único en su forma, tanto aquellos que no conocía como Ciutat o Glass Beams, como los que sí seguía: Fontaines, Chappell Roan o Idles. Una muestra perfecta de que la música contemporánea actual, muy a pesar de algunos géneros, tiene mucho que decir y aportar.