23 de junio de 2025 Judit Vidal
Crítica de Unorthodox Jukebox (2012)
Unorthodox Jukebox (2012) es el segundo álbum de estudio del cantante, músico, productor y compositor estadounidense Bruno Mars. Lanzado el 7 de diciembre de 2012, bajo del sello de Atlantic Records, supone una memorable mezcla de múltiples géneros musicales que influenciaron al artista como el R&B, el pop, el rock, el funk, el soul o el reggae. De ahí el nombre de heterodoxa caja de música. La portada del álbum la protagoniza un gorila al lado de una máquina de discos, Mars expuso que eligieron a este animal en referencia a la canción “Gorilla”, tercer tema del trabajo y cuarto sencillo.
Este disco se configura como el álbum donde el artista tuvo mayor libertad de creación, reconociendo a Billboard que en su primer trabajo, Doo-Woops & Hooligans (2010), sintió mucha presión por parte de la discográfica, dónde fue criticado por la variedad de géneros en los que se movía, siendo difícil clasificarle. Por ello, en Unorthodox Jukebox Mars volvió a trabajar junto con Ari Levine y Phillip Lawrence, con quiénes tenía el grupo de producción The Smeezingtons, durante más de un año para encontrar el sonido perfecto. Lawrence expuso en la revista American Songwriter que los primeros cuatro o cinco meses fueron muy complicados, no había inspiración y sentían la necesidad constante de demostrar que el primer disco no había sido una ilusión, sino que habían llegado para quedarse. Finalmente, y tras una noche de copas, se dieron cuenta que debían relajarse y empezar a fluir con la música, y así volvieron a aparecer las ideas. A parte de The Smeezingtons, Mars también pidió trabajar con los productores Mark Ronson y Jeff Bhasker, así como participaron el DJ Diplo, para esos toques de sonido dance, Supa Dups, Benny Blanco o Paul Epworth.
Unorthodox Jukebox situó a Mars como uno de los más versátiles de su generación. No solo fue capaz de entrelazar géneros musicales de forma sublime en la producción de sus temas, sino que también se configuró como uno de los artistas más polifacéticos, ofreciendo una gira de un año, "The Moonshine Jungle Tour", dónde lució sus innegables dotes de bailarín, instrumentista (puede tocar el piano, la guitarra, el ukelele y la batería) y, por supuesto, cantante. Tal fue su consagración, que en 2014 encabezó el espectáculo de medio tiempo de la Super Bowl, junto con los Red Hot Chilli Peppers como invitados especiales.
Pero hablemos del álbum. Este resulta ser una imagen clara del talento de Bruno Mars, diez canciones que recogen sus evidentes influencias desde pequeño de estrellas del pop o el rock como Michael Jackson, The Police o Elvis Presley, a quién imitaba mucho de pequeño. Mars ha explicado más de una vez que lo que le mueve a la hora de componer canciones es la necesidad de que te permitan levantarte y ponerte a bailar, incluso si son baladas como la que abre el álbum “Young Girls” o la melancólica “When I Was Your Man”. Si bien el disco combina muchos estilos musicales, la base sobre la que se centran los diez temas, y que predomina en la música de Mars, es el pop, como en su álbum debut. Sobre éste género se construye ese estilo único que te permite identificar al artista allá dónde vayas. A lo largo de las canciones, podemos encontrar versiones más rebeldes y anárquicas como la explícita y brillante “Gorilla”, que se maneja dentro del rock con golpes secos de batería y coros realzados por agudos en el puente, los cuáles recuerdan a la mítica “Dirty Diana” de Jackson. Tras su viaje por la contundencia instrumental derivada del género por excelencia de los 70 u 80, se adentra en el reggae con temas sutiles como “Locked Out Of Heaven”, marcada por un estilo new-wave que también mezcla funk y R&B, además de ser una de las más reconocidas de su carrera; igual que la más que evidente “Show Me” que presenta un marcado uso del reverb de base junto con los coros míticos del género de Bob Marley que, en este caso, mantiene gran parecido con “Youth of Today” de Musical Youth. Posteriormente, Mars nos presenta su manejo del groove con melodías funk como “Moonshine”, que camina sola y continua exponiendo la innata habilidad del artista para alcanzar notas agudas con expresividad y de forma sencilla. De nuevo, es evidente el peso de los falsetes de Michael Jackson. “Treasure” también tiene esas guitarras sincopadas más enfocadas a hacerte bailar. Entre el soul, el R&B y la música disco encontramos “Natalie” con una melodía muy pegadiza y, de nuevo, con un coro que le da ese toque más clásico con destellos de “I Want You Back” de los Jackson 5. En esa línea esta la última “If I Knew” que pretendía ser una balada homenaje a uno de los reyes del soul: Sam Cooke. Con un tempo suave y expresivo, el tema camina sobre una base de guitarra eléctrica y batería inconfundible que denotan esa clara influencia de “Nothing Can Change This Love”. Finalmente, la que quizá se aleja más del tono general del disco es la que se embarca en el soft pop “Money Make Her Smile” que se compuso con la idea de que fuera una antítesis del primer sencillo, y tan famoso, de Mars “Just The Way You Are”. Con una clara aura de ambiente de strip club, el tema de tres minutos y medio tiene un ritmo sensual acrecentado por unos sintetizadores difuminados en unos ecos que, en el puente, rozan casi lo electrónico, en sintonía con temas del mismo género y época como “Get Lucky” de Daft Punk.
En cuanto a temática, el álbum mantiene temas recurrentes del disco anterior como el amor, el desamor o la desilusión, así como suma sentimientos y cuestiones más explícitas como el sexo apasionado en “Gorilla”, la sed de venganza en “Natalie” o la ira disfrazada de melancolía en “Young Girls”. Si valoramos que en 2012 Mars ya tenía 27 años, es lógico pensar que las temáticas apaciguadas y banales de su música anterior se fueran transformando en ideas provenientes de vivencias más adultas como relaciones amorosas profundas, una fama internacional mucho más notoria que en 2010 o su incipiente relación con las adicciones, de ahí que haya una pequeña mención en “Gorilla” a su incidente en un casino de las Vegas, dónde fue arrestado por posesión de cocaína en 2010.
Unorthodox Jukebox tuvo gran impacto en las listas desde su lanzamiento, vendiendo 192.000 copias tan solo la primera semana y alcanzando la segunda posición en Billboard 200, según la misma lista especializada. Sencillos como “When I Was Your Man” y “Locked Out of Heaven” alcanzaron el número 1 la lista Billboard 100. Además, a día hoy, ha sido cuatro veces disco de platino en Estados Unidos, habiendo vendido 4 millones de copias desde 2012.
Con este segundo álbum de estudio Bruno Mars sí consiguió demostrar que había llegado para quedarse, dando rienda suelta a su creatividad musical. Junto a su equipo de producción, el músico fue capaz de plasmar sus estilos favoritos, creando todo un universo identitario alrededor del disco que sigue patente a día de hoy dónde temas como “Treasure” o “Locked Out Of Heaven” siguen formando parte de la cotidianidad de los jóvenes y no tan jóvenes.
A pesar de no haber publicado ningún disco desde su trabajo colaborativo con el cantante Anderson Paak en 2021 (An Evening With Silk Sonic), hemos podido tener algunas pistas suyas con sencillos como "Die With A Smile" con Lady Gaga o "APT" con ROSÉ. Durante un tiempo se rumoreó que se encontraba en bancarrota y tenía múltiples deudas con la empresa de casinos y hoteles MGM Resorts, con quiénes trabaja y tiene contrato artístico a largo plazo, por el que tendrá que ofrecer distintos conciertos en el Dolby Live de Las Vegas, empezando este mes de agosto de 2025. La empresa negó a principios de año que el artista les debiera dinero, reconociendo que existe buena relación entre ambas partes tanto laboral como personal. Sea como sea, esperamos que pronto nos vuelva a sorprender con un disco de su autoría.
Videoclip de "Gorilla"
Making Off de la composición del disco
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