29 de julio de 2025 Judit Vidal
El inolvidable virtuoso Randy Rhoads
A lo largo de la historia de la música hard rock han surgido verdaderos genios de la guitarra eléctrica. Sin embargo, hay una figura cuya historia y talento sigue siendo inolvidable a día de hoy a pesar de habernos dejado tan pronto. Ese es Randy Rhoads.
Con el reciente fallecimiento de Ozzy Osbourne encontraba bonito homenajear también a quién lo sacó de los infiernos y disparó su carrera en solitario. Repasemos su corta pero intensa trayectoria.
Randy Rhoads nació en Santa Mónica, California el 6 de diciembre de 1956. Sus padres eran profesores de música y su abuelo era músico de blues, por lo que desde bien pequeño se vio influenciado por este arte y muy pronto se enamoró de él. De hecho, sus hermanos mayores y su madre declararon que una vez obtuvo su Gibson a los 6 años no la soltó para nada. Estudió en la Musiona School of Music de Santa Monica y a los 14 años su maestro tuvo que abandonar las clases porque Rhoads era demasiado bueno. A partir de ese momento no perdió el tiempo, bajo las influencias de Mountain o Led Zeppelin, fundó su primera banda, Violet Fox, y continuó explotando sus habilidades musicales. Dos años después creó Quiet Riot junto a su amigo bajista Kelly Garni. Tuvieron gran éxito en Japón, que no en Estados Unidos, y llegaron a producir dos álbumes (Quiet Riot I y Quiet Riot II (1978). Estos no pueden encontrarse en la plataforma musical por excelencia Spotify, pero sí en Youtube.
A pesar de su recorrido en Quiet Riot, Randy Rhoads es especialmente recordado por su participación en la trayectoria en solitario del enigmático Ozzy Osbourne. Lo cierto es que Rhoads no tenía muy claro si debía realizar la audición o no, ya que no era fan de Black Sabbath. Por otra parte, era conocer de los excesos de Osbourne en su día a día. Aun así lo terminó haciendo y con solo unos pocos acordes Ozzy quedó impresionado. Elegirlo como guitarrista del grupo fue, por supuesto, muy acertado. Delores Rhoads, la madre del joven, aseguró en su última entrevista en 2015 que Osbourne y su hijo formaban un muy buen dúo, se ayudaban y complementaban mutuamente. Ozzy, por su parte, expresó en el aniversario de la muerte de Rhoads: “Randy Rhoads fue posiblemente el mejor compositor y músico que jamás he conocido. Él llegó a mi vida como un rayo de luz y así es cómo se fue. Me considero un afortunado por no solo haberlo conocido, sino también haber trabajado con él.” De su magnética colaboración salieron dos álbumes: Blizzard of Oz (1980) y Diary of a Madman (1981). En ellos encontramos temas tan reconocidos como “Crazy Train”, “Flying High Again”, “Dee”, “Suicide Solution” o la impresionante “Mr. Crowley”, dónde Rhoads hace de uno de los mejores solos jamás ejecutado.
La carrera de Osbourne volvía a despegar de forma desmesurada, pero Randy empezaba a perder el interés en seguir trabajando con él debido a las adicciones del cantante, así como la inquietud del californiano por continuar con sus estudios de guitarra clásica. Randy se lo comentó a Ozzy, cosa que disgustó al artista y mientras acababan de ponerse de acuerdo, la desgracia se cruzó en el camino de Rhoads acabando con todos sus sueños. El 19 de marzo de 1982, y en medio de la gira estadounidense, la banda paró con su autobus en un área de descanso antes de dirigirse a Orlando, dónde se celebraría el ""Rock Super Bowl XIV“”, allí iban a estar artistas como UFO o Foreigner. Esa área de descanso estaba al lado de un pequeño aeropuerto de avionetas. El conductor del autobus que les llevaba, Andrew Aycock, dijo que tenía una licencia para pilotar una de esas avionetas e insisitó a Rhoads y a la maquilladora de la banda, Rachel Youngblood, para que se subieran. Así lo hicieron y después de dar desmesuradas vueltas alrededor de la zona acabaron estrellándose contra una de las casas colindantes, incendiándose la avioneta poco después, causando la muerte de los tres ocupantes. Al tiempo se confirmó que Aycock había tomado cocaína antes de coger la avioneta, además de que su licencia estaba caducada. Con tan solo 25 años de edad perdíamos al talentoso y explosivo Randy Rhoads, una muerte que causó gran conmoción en la escena musical.
A pesar de habernos dejado tan pronto, el legado de Rhoads es inconmensurable. Su virtuosismo influenció a múltiples artistas posteriores como Eddie Van Halen, Dimebag Darrell o John Petrucci, por nombrar algunos. Además de un legado musical que nos dejó brillantes obras, su persona sigue siendo recordada en la actualidad, de hecho el pasado 5 de julio le homenajearon en el concierto de despedida de Black Sabbath en el Villa Park de Birmingham.

Randy Rhoads en una fotografía de archivo.
Actuación de "Mr. Crowley" en 1981
Crea tu propia página web con Webador