10 de julio de 2025 Judit Vidal
Sex Pistols con Frank Carter en el Festival Cruïlla de Barcelona
Ya estamos bien entrados en el verano y eso significa temporada de festivales. Hace un mes fue el Primavera Sound, hace unas pocas semanas el gigantesco Glastonbury y ahora le tocaba al Cruïlla. En este acostumbran a presentarse artistas quizá más underground y de géneros alejados de lo comercial. Entre los cabeza de cartel de este año figuraban nombres como Gracie Abrams, Thirty Seconds to Mars, Alanis Morissette o los legendarios Sex Pistols, a quiénes pudimos ver la pasada noche del jueves.
En este caso los ingleses no venían con el errático Johnny Rotten, con quién sabemos que no se hablan a raíz del lanzamiento de la serie “Pistol” (2022) en Disney; sino con Frank Carter, quién formó parte del grupo punk Gallows o de Frank Carter & The Rattlesnakes. Si bien nada iguala a Rotten ayer pudimos comprobar que la incorporación de Carter a la banda ha sido todo un acierto.
Tras finalizar la actuación de la explosiva St. Vincent, cantautora de rock alternativo llena de estilo, originalidad y presencia escénica, además de un control excepcional de la guitarra - recomendamos temas suyos como “Fast Slow Disco” o “Broken Man” - apareció en el escenario principal la banda protagonista del día. A las 23.00 h en punto salieron Paul Cook, Steve Jones, Glen Matlock y Frank Carter. Se situaron cada uno en su instrumento y empezaron a tocar “Holidays in the Sun”. Con solo ese tema ya se metieron al público en el bolsillo. Cualquiera que sea fan de los Pistols sabe la bomba atómica que supone esa canción. A partir de aquí, hicieron un repaso completo a su primer y único disco Never Mind The Bollocks, Here’s The Sex Pistols (1977). La crítica “Seventeen”, la rebelde “Pretty Vacant”, la controvertida “EMI”, la agresiva “Bodies” e incluso el menos conocido sencillo “Silly Thing” sonaron a todo volumen en el Parc del Fórum. Al contar con solo un álbum en toda su discografía, debían llenar la media hora que les quedaba, por lo que incluyeron versiones que supusieron un regalo para los fanáticos del punk y del grupo como “No Fun” de los Stooges o la inolvidable versión de “My Way” al estilo Sid Vicious, la cual bordaron como todas las demás.
A nivel ritmo debe valorarse que los ya no tan jóvenes Cook, Jones y Matlock lo dieron todo, fueron energía y garra durante la hora y media que duró el concierto. En cuanto a Carter es todo un fenómeno, es rabia pura, durante todo el directo estuvo moviéndose a sus anchas, interactuó todo lo que pudo con el público y hasta llegó a fomentar un enorme pogo en “Bodies” tirándose a él sin pensarlo. Unos diez minutos dónde lo perdimos de vista entre tanta multitud. Está claro que no le teme a nada. Tampoco al respeto que supone asumir el rol de Rotten, una figura que todos tenemos muy clara en la mente y que, como pasa en bandas muy conocidas, es difícil sustituir sin evitar las comparaciones. No fue el caso de Carter.
El público estuvo entregado a pesar de que siendo un festival a veces puedes encontrarte personas que no necesariamente querían ver al grupo, pero estaban haciendo tiempo para el siguiente. Por ello, siento que el enorme pogo que creó Carter lo inició para animar a la gente a que se volviera loca, cosa que consiguió. Por supuesto, míticos temas como “God Save The Queen” o “Problems” fueron coreados como si no hubiera un mañana. Especial mención a los visuales que proyectaron con imágenes constantes de los inicios de la banda en asquerosos garitos de Londres y que resultan nostálgicas ver ahora con todo lo que han vivido.
Terminaron con “Anarchy in the UK” agradeciendo al público la energía y asegurando que los volveremos a ver pronto, cerrando un impresionante concierto en el que fue inevitable no acordarse de Rotten o el imborrable Sid Vicious.

Fotografía promocional para la gira de conciertos.
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