Larkin Poe florece en la Razzmatazz 1 con su extraordinario Bloom (2025)

Las hermanas Lovell lo han hecho de nuevo, que una sala entera se silencie para escucharlas, es decir, controlarnos a su antojo mientras inundan la sala de potentes guitarras, excepcionales dobles voces y espíritu blues.

Anoche llegaban a la Razzmatazz 1 con su octavo álbum Bloom (2025). Un compendio irresistible de once canciones que destilan pureza, sintonía y perfección a la hora de transmitir al público su cariño por sus raíces, bien arraigadas en Nashville. Lugar desde el que ahondaron en el country de jóvenes, generando posteriormente una deliciosa fusión con el blues y el rock.

Una hora y cuarenta minutos dónde pudimos admirar los secretos de una carrera tan consolidada como la de Rebecca y Megan Lovell. No es de extrañar. Tienen un talento innato para que quedes hipnotizado con ellas, desde la ostentosa voz de la benjamina hasta las armonías de la guitarra lap steel de la mayor, pasando por una ruda banda que no tuvo desperdicio.

Empezando con “Nowhere Fast”, dieron alas al público para adentrarse en el universo tan particular que las chicas poseen: sobresalientes melodías y versatilidad instrumental para defender un disco explosivo. La reivindicativa “If God Is a Woman”, la dulce “Mockingbird” o la coral “Bluephoria” nada tienen que envidiar a los referentes que admiran las hermanas y a los que dedicaron su inédita “Devil Music”. La interpretación de esta misma resultó ser de los mejores momentos de la noche, además de sus respectivos instrumentos, los músicos sumaron el contrabajo, la mandolina y las maracas; todo ello junto al cambio de micrófono nos trasladó al bluegrass de los cincuenta. Bien adentrados en este atmósfera, las hermanas de forma acústica las legendarias “Southern Comfort” o “Mad as a Hatter” - dedicada a su antepasado Edgar Allan Poe-. De esas serenas armonías pasaron al homenaje a AC/DC con la estruendosa “Wanted Woman” o la vivaz “Bolt Cutters” con sample de “La Grange” de Zz Top. Finalmente, cuando ya no podíamos resistirnos a caer en sus garras, Larkin Poe nos deleitaron con la última del álbum, aquella que mantiene parecido con "Can’t Help Falling in Love" del Rey del Rock, “Bloom Again”. Una balada nostálgica que busca esperanza en una relación terminada (Open the door/We both know there's more/In between us) que fue el broche de oro a un concierto que alzó al dúo como una de las propuestas de rock blues más interesantes en las últimas décadas.

Portada del disco Bloom (2025)